lunes, 5 de mayo de 2008

Prefiero

El viejito recorre el rostro de ella, unos treinta años menor, con la punta de su índice. Dibuja un círculo en su frente, baja entre sus cejas, baja por la nariz, deslizándose por una de sus mejillas, acaricia sus labios, y luego su mentón, para caer por su cuello, lentamente, caer y caer hasta la insinuación de sus pechos y entonces detenerse en el preciso instante en el cual sabe que nada lo detiene. Ella respira profundo y le sonríe, con sus ojos cerrados. Él no sonríe. No puede hacerlo. Significaría revelar su metafísica.
Él es el último vampiro.
Así es. El último vampiro habita acá, en Buenos Aires.
Quizás vino a parar en Buenos Aires por esas negligencias edilicias que uno fácilmente puede confundirlas con una ciudad melancólica. Pues es el último y se siente nostálgico.
Es un viejo flaquito, canoso, sin mucho pelo pero el que tiene lo tiene largo. De bigotes grises, ojos negros como la noche y una mirada triste y cansada.
Es el fin de su linaje.
Y, si lo es, no se debe a que no ha mordido. Porque son patrañas esas habladurías que uno se puede contagiar de algo tan metafísico como el vampirismo con apenas una mordedura. Hoy hemos desarrollado anticuerpos ante semejantes sensibilidades.
Está solo.
Como tantos de nosotros.
Virus infértiles, incapaces de empapar al mundo con nuestra presencia.
Él, no obstante, persiste seduciendo a señoritas y demorándose en cada beso que les da en el cuello. Siente sus perfumes y despereza sus colmillos, acariciando sus pieles tersas e ignorantes de la noche que se despliega ante ellas.
Apenas las muerde.
Apenas.
Si las muerde es apenas. Sus colmillos tan sólo se posan sobre sus cuellos. Es el pecho de él el que se desgarra con estos mordiscos. Se desgarra con lo que fue, con lo que no es y con lo que no será.
Con la soledad del que no trasciende sus propias fronteras.
Al menos eso me imagino mientras le besa el cuello.
Prefiero pensar que es el último de los vampiros en vez de ser un viejo que le pagó a una mina cualquiera. Que ella se presta a ser penetrada por una noche que jamás la podrá habitar en vez de haber cobrado unos pesitos. Prefiero pensar que vi mal y que Nadia no está entrando.

19 comentarios:

Wilfredo Rosas dijo...

Ese viejito existe. Frecuenta el bar de Medrano y Corrientes. A una cuadrita de Medrano mejor dicho. Acuña Alcorta o algo así es la calle.

Porteñita Secreta dijo...

A veces detenernos cuando nada nos detiene es la mejor opción.

Beatriz Fernández dijo...

"Se desgarra con lo que fue, con lo que no es y con lo que no será."

Consigues trasladarme al lugar en el que el viejito está. Esas son las típicas escenas que podemos observar diariamente y que, sin embargo, no nos paramos a analizar.

Saludos, seguiré pasando por aquí.

nennella dijo...

No sé si yo prefiero pensar que es un vampiro!! Me dan terroooor!

Anónimo dijo...

cumplime, cumplime.

-.Belu.- dijo...

ayy dios esta mina insoportable.. no se da cuenta que no se es una musa a punta de pistola??
mató lo que comentó en el post anterior... que escribías como si fuese una loca...
sinceramente.. que levante la mano el que piense que no está loca! porque yo no la pienso levantar jajaja

muy buen post^^
me encantó

jorge gómez dijo...

Wilfredo...Apolinario Figueroa y Corrientes, decìs?

Anda un viejo por ahì, que es un vampiro bastante mòdico, seguramente no el ùltimo, pero es uno de ellos, sin duda.

Hace unos 50 años andaba por el Luna Park, y se fue corriendo hacia el oeste. Hay testimonios de su vida en infinidad de relatos y libros desde entonces. El de Donato ( y el tuyo) son los ùltimos, hasta hoy.

Brida dijo...

Cuanta gente al pedo q no tiene nada mejor q hacer q firmar como "Nadia".

En fin...vampiros...q interesante Donato. Y si, hay gente q prefiere "hacerse la boluda" antes de hacerce cargo, creame.

Un beso.
Brida

Celes dijo...

me había atrasado con la lectura
qué pesada esa nadia! Si yo te buscara, lo haría nada más porque me enamora la manera como escribís
es egoísta esa chica

Silvina dijo...

Cuando pase por ahí prestaré atención...

Beso!

Angie dijo...

me gusta preferir
besos mis queridos. todos uds, los que escriben desde siempre

Anónimo dijo...

Acuña de Figueroa, Wilfredo

Abeja dijo...

a todo esto, que paso con cecilia? se perdio para siempre?

Onirica dijo...

odio el suspenso, entro Nadia y que??? haaaaa!!!!! dale!!!! apurate!! quiero saber que paso!!! esto dejo de ser relatos de un barsucho para convertirse en una novela!

Mar dijo...

y q más...?

kipzy dijo...

LOCAAAAAAAAA AAAAAAAARGH, que le pasa a esta chica? y que tiene que hacer el viejito con esa? cuando uno llega a esa edad los hombres son menos porque se van por problemas del corazon, hay mujeres para hacer dulce, no tenes porque andar solicitando los servicios de semejante loquita, a menos que la extorsion haya surtido efecto y esto sea cuento tuyo donato

El Elegido dijo...

Que loquita esta nadia...
Muy buen relato

Anónimo dijo...

jksdhkfjker

nadia esta loca loca loca

Anónimo dijo...

Nadia me hace acordar a Cecilia "chupa medias" Fernandez! juaaaaaaaaaaaaaaaaaa

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