lunes, 11 de febrero de 2008

Atrapado en un espiral de ecos

Redefinir el mar implica, sin dudas, redefinirse. Siempre dije que acá se despliegan las crónicas de aquellos desdichados que esperan hasta las cuatro de la mañana para irse a pernoctar al albergue transitorio vecino. Pero son casi las cinco menos diez y ella entra al barcito de la YPF. Ella, mi amor imposible. Cecilia. Y entra sola.
De repente, mi corazón es demasiado grande para las modestas dimensiones de mi pecho y, con cada latido, me empuja las costillas para afuera. Con cada paso que ella da hacia el mostrador, sola, por primera vez sola, aparece un amigo dándome ánimos.
–¡Vamos, viejo!- alienta el primero.
–Está bárbara, tenías razón. ¡Vamos Donato, viejo y peludo! ¡Vamos que vos podés!- apoya el segundo.
–Suerte.- anima el tercero. El tercero es Facundo, un pibe de pocas palabras pero buen pibe.
–¡Póngale huevo mi querido Donato, porque si no la agarrás yo te mato!- tararea el cuarto.
El quinto se le suma y levanta la mano mientras canta. –Olé olé, olé olá, Donato hoy va a ganar. Olé, olé, olé olá, Donato hoy—
Pero mi corazón da otro burdo latido y le pego sin querer un costillazo. Cae desmayado al suelo. Y ella no deja de venir hacia mí mientras el mundo de la música se conmociona al enterarse que los míticos Simon & Garfunkel se reconcilian en un barcito de una YPF en la Argentina a las cinco de la mañana de un domingo, nada menos que con la hermosa canción Cecilia. En medio de este desconcierto, ella me dice algo pero no logro escucharla. Después de todo, el barcito está lleno de amigos míos cantando canciones de cancha, de científicos perplejos por mi corazón gigantesco, por paramédicos atendiendo a mi amigo desmayado, por Simon & Garfunkel que ahora pasaron a tocar Mrs. Robinson entre los flashes de los fotógrafos y las preguntas ansiosas de los periodistas que no tienen el decoro de esperar a que termine el recital y algún que otro gritito histérico de unas señoras de cincuenta y tantos años y, finalmente, los de Guiness que quieren medir mi corazón para incuirlo en su lista de récords.
–Pastillas de frutilla.- repite ella, con esa voz tan dulce que podría derrumbar a una ciudad entera.
Sonrío. –¿Te gustan?
Ella me mira. Yo quiero tomar veneno, quitarle el seguro a quince granadas y ponerlas en mis bolsillos para acostarme debajo de una guillotina. Cecilia, en cambio, frunce la nariz. –Sí, me gustan. Ese el fin de comprar algo, ¿no?
–Es que no puedo… Es que siempre comprás…- balbuceo- Pero nunca...
–¿Nunca qué?- ayuda ella, y creo amarla por eso.
–Nunca viniste sola.- completo.
Cecilia sonríe y señala a un coche en la estación de servicio. –Hoy salí con las chicas.
Individualizo el coche y asiento con la cabeza. –Ah, bien, muy bien. ¿Por dónde?- pregunto. Ella me dice el nombre del bar y la mitad de mi cerebro me sugiere contarle que no sé dónde queda y la otra mitad me recomienda decirle que sé cuál es, porque para una mujer como ella un hombre sin experiencia, sin noche, no es hombre. Como siempre me pasa cuando estoy nervioso, escucho al lado más imbécil. –Ah, lo conozco. Está bueno.- miento.
–Ah, ¿sí?
–Sí. ¿Y la pasaron lindo?- desvío.
–Sí, pero había que cargar gas y, bueno, pastillitas de frutilla.
–Pastillitas de frutilla.- repito, sonriente, con todo mi instinto, desde adentro, pateándome la boca para adelante, para besarla.
Ella gira hacia la estación de servicio. –Creo que ya terminaron.
–Ya terminaron, sí…- confirmo. Por dentro me estrangulo gritándome que soy un imbécil, que como no sé qué decir me limito a ser el eco de sus palabras.
Cecilia guarda las pastillas en su cartera. –Bueno, nos vemos.
–Nos vemos.- digo, atrapado en un espiral de ecos.
–Nos vemos, Donato.- agrega, hermosa.
–Cecilia…- me apuro a despedir.
Y se va, llevando por los hombros a mi alma. Paso el trapito por el mostrador cuando la certeza me llega tarde, traicionera y dolida. El bar al cual había ido ella queda a treinta cuadras. Hay seis estaciones de servicio entre ahí y acá. Simon & Garfunkel tocan ahora The sound of silence. Apropiado.

55 comentarios:

Donato dijo...

Perdón por la demora... Esto se está volviendo una costumbre.

Porteñita Secreta dijo...

Está usted perdonado, Donato.

Gracias por la música.

Anónimo dijo...

Donato Donato, me parece q tus textos se estan volviendo muy autoreferenciales. Deberia apuntar, a mi gusto, el espejo de nuevo hacia los otros, asi su exterior introyectado.

Bueno bueno...muchas palabras como Alma, corazón. Romantico el asunto.
Cecilia, me hace acordar a la canción que Fito Paez le dedico a Cecilia Roth, hermosa canción.

Un abrazo.


p.d: Amo las pastillas de frutilla.

Cecilia Díaz dijo...

Q lindo! Tenés hinchada propia... y la verdad q estuviste lento, pero hay esperanzas! se acuerda de tu nombre, aparte q sos el único q vende esas pastillas de frutilla!

Cecilia, you're breaking my heart
you're shaking my confidence daily
oh, cecilia, i'm down on my knees
i'm begging you please to come home
Celia, you're breaking my heart
you're shaking my confidence daily
oh, cecilia, i'm down on my knees
i'm begging you please to come home
come on home
Making love in the afternoon with cecilia
up in my bedroom (making love)
i got up to wash my face
when i come back to bed
someone's taken my place
Cecilia, you're breaking my heart
you're shaking my confidence daily
oh, cecilia, i'm down on my knees
i'm begging you please to come home
come on home
Jubilation,
she loves me again,
i fall on the floor and i laughing,
Jubilation,
she loves me again,
i fall on the floor and i'm laughing


Q capas las cecilias!

Saludos!

pd: bien! sacaste los puntos del título. q sorpresa hoy con vos y Wil!

Anónimo dijo...

brida, sos tonta? no t das cuenta q donato es un personaje? el q lo escribio se metio en la pield el pesonaje y esto es barbaro
autoreferencial? si sos tonta

Bruno dijo...

Muy bueno, Donato. Voy a pasar seguido a leer tus epopeyas.

Y mucha suerte con Cecilia!

Saludos

Unknown dijo...

Mal lo tienes Donato con tu timidez.
Es curioso pero los hombres solemos lamentarnos por las ocasiones perdidas.
De todas maneras estoy seguro de que ella volverá.
Hermosa historia.

Luis

Mariana dijo...

Vos segui asi Dontato! tranquilito se llega bien, porque apurarse?
Naaahh no hay necesidaddd.

Unknown dijo...

me asfixio de solo pensar en una espiral de ecos.
fue eso lo que te paso cuando la viste a Cecilia?

locosinsombrero dijo...

q buen relato y q linda atmosfera que creas siempre, a medida que leia me sentia como en una mesa de la estación siendo un espectador mas de toda esa coleccion de personajes q habitaban en cafe de la estacion.
y lo del final...siempre pasa con la cabeza en frio siempre hacemos relaciones que decimos mas claro imposible pero en el momento de largar las palabras... nos quedamos mudos XD

bueno siga con este genial blog ...saludos!!!!!

Ceci Fernandez dijo...

desearía ser tu Cecilia e ir por unas de menta...

Sil.* dijo...

Supongo que ya habrá otra oportunidad y para eso, sería bueno que "Donato" no escuchara The sound of silence sino a su propio corazón gritándole!!
Buena historia compañero!!

Sil.* dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Sil.* dijo...

Casi me olvido!!
Te incluí en un juego que espero aceptes. Para saber más, puedes ir directamente a mi blog o: www.silviabalbi.blogspot.com/2008/antes-de-morir.html

Te espero!!

Besos
Sil

katza dijo...

Dios mio!!!!
Impresionante, tremendo.
Justo hoy, que me anime a mandar un maldito mensaje de texto, justo hoy que mi vida esta haciendo CraK.
Me solidarizo, hermano.
Pasate por mi blog, pro favor.

katza dijo...

Dios mio!!!!
Impresionante, tremendo.
Justo hoy, que me anime a mandar un maldito mensaje de texto, justo hoy que mi vida esta haciendo CraK.
Me solidarizo, hermano.
Pasate por mi blog, pro favor.

Dib dijo...

Yo tenía un profe que decía que la memoria siempre llega tarde, y que camina mirando hacia atrás.

Supongo que a usted, Donato la memoria le pide el día y le camina con los ojos cerrados.

Pero bueh... ya se le va a dar Don, tranquilo que cuando llegue el momento, no va a estar tan bueno como usted creía.

Saludos!!!
(Siempre leo esto pero nunca posteo)

humo dijo...

Amigo mío, yo tardé diez años DIEZ AÑOS, en conseguir que me amara.
No desespere.

Abeja dijo...

ya extrañaba a ceciliaaaaaaa

The One Muppet dijo...

Estuve todo el domingo con el F5 a pleno esperando para leer jaja

Buenísima historia, seguí escribiendo así que está bárbaro...

Y mucha suerte con Cecilia
Un abrazo

Anónimo dijo...

ayyyyyyy donato!!!! decile que la amas!!!

Celes dijo...

Y se va, llevando por los hombros a mi alma

Me encantó esa frase
En realidad me encantó todo el relato. Pero te destaco esa frase

Para mi que Cecilia entra a este blog y lee las cosas hermosas que escribís sobre ella.

Yo, que no tengo auto, iría hasta tu estación para comprarte pastillas de frutillas, por más que hayan 500 estaciones de servicio de por medio

Saludos!

Mensajero dijo...

Cómo es una jóven Cecilia de hoy?
Su nombre era nombre de moda para las chicas que nacían antes del 65.
Tengo particular predilección por los nombres de otra época.
No avance Donato, que nos quedamos sin blog.
Si usted resuelve ahora, se acaba el suspenso, como en la película Matador de Almodovar, dónde toda la tensión depende de la disputa de la pareja protagónica. Cuando se entrega el uno al otro, poco después de la mitad del film, el interés se deshace.
Deberá usted elegir, entre el blog y el amor.

nennella dijo...

Y es que a mí las historias de amor me encantan, sobretodo las ajenas que es en donde siempre logro identificar el verdadero amor.

Me encantan esos momentos de mariposas en el estómago!

A veces desaría estar iniciando siempre relaciones! Ay, si no fuera por el amargor de las rupturas...

HoneySelenita^^ dijo...

en la introduccion de "demian" dice:

"los poetas cuando escriben novelas, suelen hacer como si fuesen Dios mismo y pudieran abarcar con toda su mirada una historia humana (...) sin velo alguno, revelando en todo momento su mas intina escencia. yo no puedo hacerlo asi, pero tampoco los poetas. pero mi historia mees ams importante a mi que a cualquier peta la suya, pues es la mia propia y es la historia de un hombre (...)real, unico y vivo"

Mmmm... no creo q esté mal que escribas sobre tí, de lo que te pasa. sigue siendo igual entretenido. creo q seria un problema cuando las sgtes 20 entradas segidas hablen de tí.... pero una que otra, no tiene nada de malo.

Saludos!!

no tan iguales dijo...

Más apropiado hubiera sido "Bridge over troubled water".
Yo que usted, Donato, alguna vez se lo diría. Con palabras simples: estoy muerto con vos. Y que sea lo que dios quiera. A mí me lo dijeron. Y resultó.

Esteban dijo...

It's all piola, todos somos impuntuales, a nuestro estilo.


Hacía rato que no me gustaba tanto un final de tus relatos, doño !

Sofía dijo...

Líndisimo tu relato. Me parece verlos.

Cariños.

Sofía G.

María dijo...

Hermosa historia.
saludos.

Wonder dijo...

Bajó a comprar pastillas en tu barcito y no le dijiste más que eso... apropiada la canción que empezó a sonar.
Igual, me sigo preguntando si es verdad que los hombres pueden llegar a sentir lo que describís al ver una mujer que les gusta demasiado. En serio, ojalá fuera así, pero me cuesta creelo... y me encantaría creer que alguna vez a alguien le pasó eso conmigo.
Me gustó mucho el relato, en especial lo del corazón gigante.
Besos.

Anónimo dijo...

noooo esuvo espectacular si esa doncella te leyera te aseguro que le sacas una sonrisa...este tipo de lecturas saca sonrisas me encantan sigue asi escribiendo tan ezquisitamente un besin.. :)

Cecilia Díaz dijo...

Mensajero: nací en el 85, estoy en el ocaso de los 22 años. Quedate tranquilo que hay muchas chicas con ese nombre y de veintitantos. Cada tanto, los nombres viejos se ponen de moda y creo q a los q nacimos por esas épocas nos toco Cecilia.

pero es verdad que Donato no nos dió detalles de la edad o al menos no lo recuerdo.

Saludos!

Calio dijo...

Cuando un hombre se enamora pierde muchos de sus encantos.

Disculpe la sinceridad.

beso

Anónimo dijo...

Yo creo que más que el Guiness del de tu corazón, deberían contarse las veces en que debimos hacer algo: porque el ridículo es de valientes.

viiivi ~ dijo...

lindísima historia !!!
me encantan los relatos de amor, seguiré leyendo mui de cerca tu blog xD

bueno gracias por pasar :)
nos leemos besos

ZzhauU *

Berrysand dijo...

Siempre pensé que los hombres pensaban distinto, algo menos enrroscado, quizás...no sé por qué tampoco, pero cuando te leo, me da risa no tener razón.

saludos!

Arcángel Mirón dijo...

Esto es una inconfundible victoria. Futura, tal vez, pero victoria.

Anónimo dijo...

La verdad es que disfruto mucho tus historias...

un saludo

NaDiTa

Chechu, la del viejo San Telmo dijo...

Donato, antes de leerte, me acordé que cuando pusiste la última encuesta (sobre la infidelidad) me pregunté: el que es infiel " a veces" no entra dentro del si? es decir, ES infiel...

Chechu, la del viejo San Telmo dijo...

El a veces suena a forma "encubierta" o piadosa de decir si... je

Chechu, la del viejo San Telmo dijo...

Entre el "Y se va, llevando por los hombros a mi alma" y el "espiral de ecos"... no sé a cual aplaudir más, bello relato, lleno de sensaciones que describís claramente y con un sentimiento que contagia...

Beso

También hay una muy dulce canción "Cecilia" de Chico Buarque ;)

m dijo...

Cada día más hermosos

Anónimo dijo...

"...y le pego sin querer un costillazo. Cae desmayado al suelo..."
"...con todo mi instinto, desde adentro, pateándome la boca para adelante, para besarla..."

Pero que bien manejas las palabras...

Al igual que tu seguiremos esperando un nuevo encuentro con Cecilia...

Exekiel dijo...

Me encanta cuando hay musica de fondo en esas ocasiones, cuando la persona que nos saca de este mundo con su hermosura esta alli, frente a nosotros... y toda una orquesta detras...

Me encanto Donato...

Un abrazo

mapaulaac dijo...

me gustó, sisisi...

pero debo confesar que no alcanza la belleza de tu anterior texto, que es alucinante de verdad!

y donato, si fueras a redefinirte -como al mar- no comiences con un "ella, mi amor imposible"... trastocá la frontera de las posibilidades :)

Donato dijo...

Chechu,
Poner "A veces" era un chiste.

Graciela dijo...

ojala alguien se enamore de mí así... besos y me encanta que te entremezcles en esas historias...

ro dijo...

Donato, vos sos las pastillitas de frutilla. El otro día hice una referencia a ti en un cuento mío que se llama la botellita. No creo que te moleste. Besos.

Unknown dijo...

que bueno... se acordo tu nombre! jajaja

y eligio esa estacion!!!

y vos sabias cual era el bar

felicitaciones...

proximo paso caerte delante de ella, parecer que te paso algo, y un poco de preocupacion de ella levanta el animo
ja

saludos


yamil

Anónimo dijo...

mas q apropiado!

Anónimo dijo...

La próxima vez podría regalarle las pastillas y que adentro tengan su mail,ó su celular ó el link a su blog ó algo...y que no lo encuentre hasta que se haya ido.

saludos

Begoña

Super M dijo...

Hola! Pase de casualidad leyendo un blog de una amiga. Pero bueno asi son las casualidades. Me gustan muchisimo tus relatos, deberias publicar algo. y creo q esta bien en toda vida de alguien hay q tener una Cecilia
beso!

FLACA dijo...

¡Ah,Donato!, qué lindo relato.Creo que es la segunda vez que entro aquí a leerte y fue una grata sorpresa, a esta hora encontrarme de nuevo con Cecilia.Me impactó la primera vez que leí que te compraba pastillitas de frutilla, por eso es que me acuerdo. Creo que de aquella vez a ésta ha habido grandes adelantos: has estado más osado para hablarle; ella deja a las amigas en el auto y viene sola. Ella para a las 5 de la mañana a comprarle pastillitas a Donato. Imagino a Donato con un volcán por dentro y casi inmóvil por fuera; pero hay gestos que lo dicen todo y que son mucho más mágicos que las palabras, y que cuando se desatan ... Ella lo sabe,estoy segura, por eso vuelve siempre por tus pastillas.
Me gusta leerte.

guayi dijo...

Que buen relato, a mi nunca me ha tocado uno así...uffff eso me hace pensar, o estos relatos se quedan en la mente de aquel que le pasa...?
Muy bueno...
de verdad que me disfrute el sudor de el y la picardía de ella....

Mª Jesús Lamora dijo...

El mar, la mar.
Ufffffffffffffffffffffffffff.
Un abrazo sincero.

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